El escenario original de La Cumbrecita antes de que los pioneros, a través de un trabajo incansable, construyeran nuestra ciudad. La Pampita es una inmensidad casi sin vegetación. Sólo el cielo y las montañas, el paisaje de la región en estado puro. La hierba de montaña cubre esta gran área de la que emergen grandes rocas.
Saliendo del pueblo hacia la carretera, después de unos 900 metros de caminata, se llega a esta vasta llanura habitada a menudo por manadas de caballos y rebaños de ovejas. Desde allí se obtienen hermosas vistas de los pinares de la región y del imponente macizo rocoso de las Sierras Grandes.