Esta irregular Plaza, poblada de árboles y cercada con madera, fue construida en homenaje a los primeros pobladores de La Cumbrecita. Cruzando por ella, puede unir el camino alto del bosque con el camino bajo, sin necesidad de alargar el recorrido por las calles.
Metros antes de la Plaza de los Pioneros, ubicada en la bifurcación principal del camino interno, encontramos una plaza de dimensiones muy reducidas para ser una plaza convencional y un poco elevada del nivel de la calle, este rincón del pueblo fue construido por Don Julio Diesemberg (inmigrante alemán). Cuenta con un tablero de ajedrez construido en el piso y unos bancos de piedra desde donde jugar. Todas las piezas que componen este gran ajedrez fueron elaboradas en hierro y hojalata.